Las 11 preguntas más comprometedoras de una entrevista de trabajo

En una entrevista de trabajo, el peor enemigo son los nervios. Para relajarse, es esencial conocer las preguntas que pueden descolocar y añadir presión a un ambiente ya de por sí bastante tenso.

No dejes nada a la improvisación: estate preparado para responder a la mayoría de las siguientes cuestiones, ya que son muy habituales en los procesos de selección. Eso sí, no te aprendas una serie de respuestas estereotipadas. Reflexiona acerca de ellas e intenta recordar una serie de ítems que te saquen de un apuro en alguna pregunta inesperada.

Las preguntas:

1. Explíqueme algo sobre usted

Se supone que es una pregunta "rompehielos", para relajar y comenzar la entrevista de trabajo en un ambiente distendido. Como el reclutador ya tiene tu currículum delante, no hace falta que le expliques cronológicamente tu vida laboral. Responde brevemente, sé afable y recuerda que es el momento de comenzar a utilizar técnicas de marketing personal.

2. ¿Qué le hace a usted mejor que el resto de candidatos?

No hay que ser demasiado modesto ni especialmente narcisista. Aplica la fórmula de demostrar como tus conocimientos, experiencia y aptitudes encajan con el perfil profesional que se necesita. Evita posibles comparaciones odiosas con otros candidatos y vincula tus habilidades personales con los requisitos para el puesto.

3. ¿Por qué quiere trabajar con nosotros?

Es importante conocer algunos datos de la compañía: sector, situación estratégica respecto a sus competidores, proyectos inmediatos... De esta manera, estarás capacitado para responder de una forma razonada y dejarás bien clara tu iniciativa e interés por el puesto.

4. ¿Por qué quiere cambiar de empresa?

En ningún caso comiences a criticar a tu antigua compañía o colegas. Dejará un pésimo sabor de boca en el entrevistador, que pensará que no eres una persona de fiar. Apuesta por la carta de "quiero asumir más responsabilidades" o "ganar más experiencia", si eres joven. En el caso de que los motivos tienen más que ver con reestructuraciones internas y despidos, puedes explicarlo pidiendo discreción a tu interlocutor.
Lógicamente, a nadie escapa que uno de los motivos que se suele esconder tras un cambio de empleo es ganar más dinero. De momento no menciones el tema, ya llegará el momento de hablar del sueldo. Finalmente, si otra de las razones es la cercanía a tu lugar de residencia, mejor óbvialo, ya que indica que sólo estás interesado en la ubicación de la compañía y no en su filosofía.

5. ¿Cuáles son tus expectativas económicas?

Una de las preguntas más esperadas y, a la par, comprometidas. La mejor manera de abordarla es decir que se espera un salario acorde con nuestra aportación y responsabilidades. Para ello, lo mejor es informarse sobre el sueldo medio de tu puesto de trabajo. Además, para no demostrar que sólo nos interesa el dinero, explica que estás más interesado en las oportunidades que te brinda el trabajo que no en una retribución elevada. El momento de negociar tranquilamente esta cuestión llegará al conseguir el empleo.